Para conocer todos los lugares que nos ofrece esta ciudad les proponemos un itinerario:
Comenzar en los Jardines de la Vega y el Hospital de
Tavera también llamado de Afuera, construcción
renacentista del siglo XVI. Trescientos metros más adelante a través de la Puerta
de la Bisagra,
que mandara construir Carlos V en 1550, se accede al casco histórico por la
calle del Arrabal, donde se encuentra la Iglesia de Santiago del
Arrabal de estilo mudéjar-Continuamos por la misma calle hacia la Puerta
del Sol, construida en el siglo XIV por el obispo Don Pedro Tenorio
desde donde podemos desviar a la Mezquita
del Cristo de la Luz
, fechada en 999.
Regresar a la Puerta
del Sol para, por la calle Carretas, llegar al paseo del Miradero y
posteriormente a la Plaza
de Zocodover, antiguo zoco musulmán que hoy es una plaza amplia y muy
animada. -Desde la plaza de Zocodover a través del Arco de la Sangre se llega al
Hospital de Santa Cruz, construcción renacentista fundada por
el Cardenal Mendoza , obra de Enrique Egas y Alonso de Covarrubias, hoy es el
Museo de Santa Cruz. Desde allí volviendo a la plaza de Zocodover se sube hasta
el Alcázar, donde estuvo anteriormente un campamento romano, un
castillo musulmán y una fortaleza cristiana que fue sucesivamente modificada
por los Reyes Católicos, Carlos V y Felipe II, por obra de los arquitectos
Alonso de Covarrubias, Juan de Herrera y Villalpando.
De regreso a Zocodover por la calle del Comercio hasta la de Tornerías,
en la que se encuentra la Mezquita
de Tornerías, en la segunda planta del nº 27-31 -Por la calle de
Martín Gamero se accede a la plaza de las Cuatro Calles y después a la calle
del Hombre de Palo, que bordea la
Catedral que, construida entre 1226 y 1493, es el ejemplo más
notable del gótico español; su portada principal da a la Plaza
del Ayuntamiento en la que podemos ver también el Palacio
Arzobispal -Posteriormente la
Plaza del Consistorio situada
a la derecha del Ayuntamiento. Desde dicha plaza por la Cuesta de la Ciudad a la Calle Trinidad,
donde se encuentra la
Antigua Iglesia de San Marcos, hoy Centro de
Interpretación del Toledo Histórico, que da las claves necesarias para
hacer comprensible la ciudad de una forma diferente y vanguardista.
Bajando la calle, se llega a la
Plaza del Salvador, en cuyo
espacio existió una Mezquita fechada en el siglo XI, sobre un estrato tardo
romano y visigodo, para más tarde en 1159, tornarse el edificio en la iglesia.
Por la Calle
de Santo Tomé, donde se encuentra la Iglesia Parroquial
del mismo nombre, con su imponente torre de estilo mudéjar. Encontrándose aquí
la obra maestra de El Greco, “El Entierro del Señor de Orgaz”. Anexo
a la Iglesia
de Santo Tomé, en la Plaza
del Conde está el Palacio de Fuensalida, construido por Pedro López de Ayala,
Señor de Fuensalida en el siglo XV, hasta hace poco tiempo sede de la Presidencia de la Junta de Comunidades de
Castilla-La Mancha.
Por la calle de San Juan de Dios se llega al Museo de El Greco,
y a la Sinagoga
del Tránsito, fundada en 1366 por Samuel Leví, tesorero de Pedro I
-siglo XVI. Continuando por la calle de los Reyes Católicos llegar a la Sinagoga
de Santa María la Blanca
y al Monasterio de San Juan de los Reyes, edificado por los
Reyes Católicos para conmemorar la victoria de la batalla de Toro de 1476 ,
ejemplo más representativo del estilo Isabel. Desde aquí se puede ir a la Puerta
del Cambrón, única que permite el tráfico rodado.
Después se puede continuar por la Calle Real hasta la Plaza de Santa Teresa, donde
se ubica el Convento de las Carmelitas, continuamos por la Calle Real hasta llegar
a la Plaza y Convento
de Santo Domingo el Antiguo, y contemplar el retablo que contiene las
primeras obras pintadas por El Greco en Toledo. Para continuar por la cuesta de
Garcilaso de la Vega
hasta el Convento de San Clemente a la derecha con una
importante portada del renacimiento final. Frente a ésta la Iglesia de San Román,
donde está actualmente el Museo de los Concilios y de la Cultura Visigoda,
se distingue por la
Torre Mudéjar desde la que se puede contemplar una vista de
la ciudad.
Bajamos por la calle de San Román hasta la Plaza Padre Juan de Mariana,
donde se encuentra uno de los ejemplos barrocos más importante, la Iglesia
de San Ildefonso o de los Jesuitas, desde donde se
puede tiene una de las mejores vistas de Toledo gracias al mirador de sus
torres.